sábado, 23 de mayo de 2009













AÑORANZA


Me descubro de repente
moldeandote en un sueño
que del pasado retorna
con nostalgia de besos
a ocupar las largas noches
de este otoño que desprende
hojas de melancolía.

Y con ellas voy formando
los rizos de tu pelo
y surge tu silueta
atrapada en el recuerdo
prisionera en el lugar
de la perdida edad
de latidos disonantes.

Y amanezco después
a mis días opacos
repletos de horas grises
que ni dejan pasar
el rayo que ilumine
el sinuoso sendero
del laberinto oscuro.

¡Ay!, si pudieras tú
romper esas paredes
de la memoria oculta
y regresar ahora
a restituir el tiempo
que no supe llenar
de caricias y versos.





1 comentario: