LUTO MARINERO
La inmensidad penetraba su alma
sentada al borde del acantilado,
tenía en los ojos ausencia de gaviotas
y flores marchitandose en las manos.
Certera soledad, puñal de hielo.
Mar,
saturado de azul al infinito.
Ola,
que con violencia forja espuma blanca.
Feroz belleza,
la que sin piedad devora
a los osados hijos de la tierra.
Se levantó despacio
y extendió los brazos
como alas negras
quebradas al abismo.
La inmensidad penetraba su alma
sentada al borde del acantilado,
tenía en los ojos ausencia de gaviotas
y flores marchitandose en las manos.
Certera soledad, puñal de hielo.
Mar,
saturado de azul al infinito.
Ola,
que con violencia forja espuma blanca.
Feroz belleza,
la que sin piedad devora
a los osados hijos de la tierra.
Se levantó despacio
y extendió los brazos
como alas negras
quebradas al abismo.
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